Galán, Ana Silvia
Olga Orozco: la pampa al trasluz - 1ª ed. Córdoba: Alción Editora, 2023.
103 p.; 15 x 21 cm.
ISBN 978-987-8962-55-9
1. Ensayo literario. I. Título
CDD A864
Datos de Autor
Ana Silvia Galán es pampeana, profesora y licenciada en Letras por la Universidad Nacional de La Pampa, y magister en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural (Instituto de Altos Estudios Sociales de la UNSAM).
Ha publicado Catalina Ortiz de Rozas y Lucio V. Mansilla. La esquiva fortuna del amor (Planeta, 2000); La otra Alfonsina (Aguilar, 2002, en coautoría); La correspondencia epistolar entre familiares y amigos en la Argentina del siglo XIX. Las paradojas de la privacidad (Victoria Ocampo, 2004), y Edgar Morisoli, poeta del Sur (Voces, 2010). En 1992, recibió el segundo premio Iniciación Ensayo de la Secretaría de Cultura de la Nación; en 1995 y 1996, sendas menciones de Honor en el certamen de Ensayo Breve de la Fundación Banco Mercantil, y en 2003, el tercer premio género Ensayo del Fondo Nacional de las Artes. Es autora de numerosos estudios preliminares, artículos, prólogos y guías literarias para el trabajo docente.
Contratapa:
"Tal vez, sin proponérmelo, yo recreo en mí la atmósfera necesaria para que se produzca la repetición incesante, solo que retocada, contagiada por lo ya vivido. Tal vez tenga que ver con esta visión abierta y misteriosa de todos los tiempos el hecho de que nací en La Pampa. La pampa, ese paisaje al que alguien llamó 'distancia detenida, tiempo sin aventura, vasta prisión sin rejas', cuando en realidad 'pampa' quiere decir 'espacio'", comentó, en una ocasión, Olga Orozco.
¿Hay una relación entre las imágenes que encadenan el poema y la representación mental de la llanura? ¿Es apropiado decir que encontró en ella la correspondencia, el correlato de su imaginación y que la medida del universo le fue dada por las primeras –porque proceden de la infancia– percepciones de lo inconmensurable? Son algunas de las preguntas que se formula la autora de este ensayo, para acercarse a la concepción poética de Orozco, a su modo de aprehender el espacio, de mirar en él lo que se ve, aun lo insignificante, y vislumbrar lo que no se ve, porque, cuando el horizonte se pierde en la distancia, la pampa reverbera en misterios y espejismos.