Pierro, Albino
¿Por qué la muerte? - 1ª ed. Córdoba, 2022
87 p.; 14.5 x 20.5
Precio $ 2.030
I.S.B.N.: 978-987-646-929-6
Introducción: Francesco Zambon
Traducción: Ricardo H. Herrera
1. Poesía italiana. I. Título
CDD A851
El poeta italiano Albino Pierro nació en Tursi, un pequeño pueblo de la provincia de Matera, el 19 de noviembre de 1916. Su infancia estuvo marcada por la pérdida de su madre, quien murió cuando el poeta aún era un bebé. La figura materna y el país de nacimiento son términos fundamentales del relato poético pierriano. En 1944 se graduó en filosofía y comenzó a enseñar historia y filosofía en escuelas secundarias. De 1946 a 1967 Pierro publicó colecciones poéticas en italiano, pero es con los versos en dialecto que el poeta gana un lugar de honor en el panorama de la poesía italiana del siglo XX. La primera colección poética en Tursitán se remonta a 1960. La "parlèta frisca di paìse" se convierte en los versos de Pierro en la última lengua de la poesía románica. En los años ochenta llegan los primeros reconocimientos oficiales y la Universidad abre sus puertas al poeta lucano. En 1985 fue invitado por la Universidad de Estocolmo a un recital de poesía. En 1992 la Universidad de Basilicata le otorgó un doctorado honoris causa. Albino Pierro murió en Roma el 23 de marzo de 1995.
Contratapa
La verdadera personalidad de Albino Pierro (Tursi, 1916-Roma, 1995) es la de un visionario, de un “brujo” o un chamán: una suerte de yo arcaico y sepulto que aflora en raras fulguraciones detrás de la máscara de la normalidad. Este yo perdido, este morte-accise, “muerto matado” o “sombra de asesinado”, quien vivió en su pueblo natal entre barrancos y “cristianos pobres” una casi mítica juventud, habla en dialecto: el “neolatino protohistórico” y literariamente “virgen” de Tursi, con el cual Pierro encontró su auténtica forma expresiva, tras haber escrito numerosos libros poéticos en italiano.
Carlo Levi definió la poesía de Pierro como “un gran lamento fúnebre”. Y es quizás en los poemas de amor, en los que la amada es también la figura de la “tierra del recuerdo” (deseada, llorada, perdida) y la experiencia del luto se despoja de toda incrustación realista o folclórica, donde su poesía alcanza su tono alto e inconfundible.