Mishima, Yukio
El Sol y el Acero - 2º ed. - Córdoba: Alción Editora 2011.
112 p. ; 14.5 x 20.8 cm.
Traducido por Ernestina Garbino
ISBN: 978-987-646-187-0
1. Ensayo. Colección Contraluz. I. Título
CDD 864
Contratapa:
Yukio Mishima (1925 - 1970) fue sembrando sus libros de drásticas señales que hablan de esa muerte voluntaria planeada al abrigo de una teatralidad sofocante. Que derrocha provocación, estruendosa bufonería y anhelos de ásperas reivindicaciones políticas. “Abandonar la literatura o abandonar la vida real”, escribió pocos meses antes de practicarse el seppuku. He allí los dos términos de un dilema falaz pues ambos se cumplieron al mismo tiempo. Sin embargo, bajo la capa de la premeditación y frialdad, no cuesta demasiado advertir la existencia de un descontento trazado mediante esos progresivos contrapuntos entre la realidad y las palabras que el propio Mishima, devorado por la avidez de un desenlace cada vez más inminente,se ha propuesto impulsar. El sol y el acero aunque no es el único libro que los convoca, sí es el que elabora sus movimientos más raudos y exacerbados. Hasta el extremo de que su autor lo convirtió en una extraña máquina capaz de conducirlo, mediante oleadas de razonamientos tan perentorios como ri-
gurosos, al acto final.
Antonio Oviedo
Datos de autor:
Yukio Mishima nació en Tokio
en 1925. Estudió Derecho en su ciudad natal y se graduó en l947.
Publicó su primer libro en 1944,
poco antes de ser convocado por el Ejército para una misión suicida en la que finalmente no se le admitió.
Confesiones de una máscara (1949),es la primera obra exitosa que decide su destino literario; a esta le siguie-
ron: El marino que perdió la gracia del mar; El pabellón de oro y la mo-
numental tetralogía El mar de la fertilidad (Nieve de primavera,Caballos desbocados, El templo del alba y La descomposición del ángel).
Mishima escribió, además, obras teatrales, cuentos, ensayos y fue autor de una vastísima obra lite-raria publicada en centenares de libros de calidad muy despareja.
El fundador de la Sociedad del Escudo se suicidó en l970, acompañado por tres de sus discípulos, bajo el estricto cumplimiento de
un tradicional rito oriental.